viernes, 16 de mayo de 2008

poemas



caratula

Índice

Pág.

Mario Florián 5

Jose María Eguren 6

César Vallejo 9

Francisco Xandoval 10

Alberto Ureta 10

Ricardo Peña Barrenechea 11

Carlos Oquendo de Amat 13

Xavier Abril 14

Catalina Recavarren De Zizold 15

Luis Fabio Xammar 17

Luis Valle Goicochea 18

Ciro Alegría 21

Julio Garrido Malaver 22

Abraham Arias Larreta 24

Emilio Champión 27

Jorge Ortiz Dueñas 28

Francisco Izquierdo Ríos 30

Omar Zilbert 31

Orfelinda Herrera De Ángeles 34

Óscar Colchado 35

Ricardo González Vigil 36

Rosa Cerna Guardia 37

Saniel Lozano Alvarado 38

Winston Orrillo 39

Enrique Peña Barrenechea 40

Carlota Carvallo De Núñez 41

Jorge Eduardo Eielson 42

Javier Sologuren 43

Livio Gómez 44

Arturo Corcuera Osores 46

Blanca Varela 48

Marco Martos 49

Antonio Cisneros 50

Carlos Zúñiga Segura 50

César Toro Montalvo 51

Anónimo 52

Carmen Luz Bejarano 53

Doris Moromisato 53

Esperanza Martínez 55

Estela Gamero López 55

Federico Barreto 56

Jorge Eslava 57

Jorge Pimentel 58

José Luis Ayala 59

Juan Luis Velázquez 60

Luis Alberto Calderón 60

Manuel Ibáñez Rosazza 61

Marko Polo Bendezú 62

Omar Aramayo Cordero 63

Mario Aragón 64

Nicomedes Santa Cruz 65

Pedro López Ganvini 67

Román Obregón Figueroa 68

Jesús Cabel Móscoso 69

José Beltrán Peña 70 Teofilo Villacorta Cahuide 71

Alexandra Tenorio Carranza 73

Denis Castañeda 74

Rafael Alvarado 75

Mario Florián

(Contumazá, 1917 - Lima, 1999)

CANCIÓN DE LA O

AYER, mi maestro,

ayer me enseñó

a trazar la O

Y anoche, temprano,

cual pájaro ufano,

al cielo voló.

Es para admirarse…

tan pícara O:

desde mi cuaderno

al cielo fugó.

-La luna está llena.

-¡Mentira! ¡Es mi O!

VENADITO DE LOS MONTES

Venadito de los montes,

seamos amigos porque

el puma ronda que ronda,

venadito de los montes.

Te daré agüita en el mate

de mis manos y hierbita

arrancada por mis manos

venadito de los montes.

Tú me lamerás la cara.

Yo te acariciaré el lomo.

Saldremos todas las tardes,

venadito de los montes.

Cuando me muera o te mueras

- ¡tendremos vida de lloque! -

estaré solo o tú solo

venadito de los montes.

Jose María Eguren

(Lima, 1874 - 1942)

EL DUQUE

HOY se casa el Duque Nuez;

viene el chantre, viene el juez

y con pendones escarlata

florida cabalgata;

a la una, a las dos, a las diez;

que se casa el Duque primor

con la hija de Clavo de Olor.

Allí están, con pieles de bisonte,

los caballos de Lobo del Monte,

y con ceño triunfante,

Galo Cetrino, Rodolfo montante

Y en la capilla está la bella,

mas no ha venido el duque tras ella,

los magnates postradores,

aduladores,

al suelo el penacho inclinan;

los corvados, los bisiestos

dan sus gestos, sus gestos, sus gestos;

y la turba melenuda

estornuda, estornuda, estornuda.

Y los pórticos y a los espacios

mira la novia con ardor;…

son sus ojos dos topacios

de brillor.

Y hacen fieros ademanes

nobles rojos como alacranes;

concentrando sus resuellos

grita el más hercúleo de ellos:

-¿Quién al Duque entretiene?

¡ya el gran cortejo se irrita!...

Pero el Duque no viene;…

se lo ha comido Paquita

(De Simbólicas)

PRINCESITA

(Idem)

PRINCESITA celeste

y ensoñadora,

tiene la poesía

de un cuento de aurora.

Infantil mariposa

del alba, vuelas

y esparcen la dulzura

tus rondinelas.

Princesita celeste

de tus blasones,

vas llenando de azules

los corazones.

(De Poesías sueltas)

LA NIÑA DE LA LÁMPARA AZUL

En el pasadizo nebuloso

cual mágico sueño de Estambul,

su perfil presenta destelloso

la niña de la lámpara azul.

Ágil y risueña se insinúa,

y su llama seductora brilla,

tiembla en su cabello la garúa

de la playa de la maravilla.

Con voz infantil y melodiosa

con fresco aroma de abedul,

habla de una vida milagrosa

la niña de la lámpara azul.

Con cálidos ojos de dulzura

y besos de amor matutino,

me ofrece la bella criatura

un mágico y celeste camino.

De encantación en un derroche,

hiende leda, vaporoso tul;

y me guía a través de la noche

la niña de la lámpara azul.

César Vallejo

(Santigo de Chuco, 1892 - París, 1938)

A MI HERMANO MIGUEL

(Canción de Hogar)

In memoriam

¡HERMANO, hoy estoy en el poyo de la casa,

donde nos haces una falta sin fondo!

Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá

nos acariciaba :- «Pero hijo»…

Ahora yo me escondo,

como antes, todas estas oraciones

vespertinas, y espero que tú no des conmigo.

Por la sala, el zaguán, los corredores.

Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.

Me acuerdo que nos hacíamos llorar,

hermano, en aquel juego.

Miguel, tú te escondiste

una noche de agosto, al alborear;

pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.

Y tu gemelo corazón de esas tardes

extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya

cae sombra en el alma.

Oye hermano, no tardes

en salir, ¿Bueno? Puede inquietarse mamá.

(De Los heraldos negros)

Francisco Xandoval

(1902 - 1960)

ROMANCE HEPTASILÁBICO DEL

COLEGIAL DORMILÓN

(Fragmento)

MAÑANAS de la infancia.

Mañana con rezongos.

-»Mamita, todavía

puedo dormir un poco,

¿verdad? Son las campanas

no más, no son las ocho».

Pero mamita quiere

que me levante pronto.

Lápices y cuadernos

ya están dentro del bolso,

y he de ir al colegio…

(De Canciones de Maya)

Alberto Ureta

(Ica, 1885 - 1966)

LA TRISTEZA MÍSTICA

AMA a Dios en ti mismo y en la inmensa

bondad de su obra;

porque puso

poesía en la tierra;

porque adornó el zarzal de los caminos

con madreselvas;

porque un día,

con el iris de todos los colores,

pintó sobre el azul del firmamento

un símbolo de paz y de concordia;

porque supo morir como los buenos

por un ideal;

porque enseñó con sangre

de su mismo dolor esa doctrina

de caridad y amor que han olvidado

los hombres de la tierra.

(De El dolor pensativo)

Ricardo Peña Barrenechea

(Lima, 1896 - 1939)

CANCIÓN DEL CLAVEL Y LA LUNA

A Elita D. Temple y Amadita Cisneros D.

Se casa la luna blanca

con el clavel de la tarde.

La luna blanca se casa

para no verte más lágrimas.

Está impaciente de ver

el rostro de su doncel;

¿si será de gozo o pena

la hermosura del clavel?

La luna blanca se casa.

Se casa con el clavel

que ronda la niña enana

que le ha visto, en fin, nacer.

PIRULITA-ALONDRA

Pirulita-alondra

del campo en estío

Pirulita-vela

que remonta el río.

Pirulita, hermana:

¿A dónde te has ido?

Pirulita: sueño de las porcelanas.

Los niños te buscan

por toda la quinta.

Delantal de flores

manchadas de tinta.

Pirulita, hermana.

Pirulita-aldeana.

Perdida en el bosque

toda la mañana.

CANCIÓN DE LA LUNA FEA

LUNITA, flor de la aldea.

Si vieras cómo te rizas,

si vieras cómo te arqueas.

Lunita, luna tan fea.

Un sombrerito de niebla

decora hoy tu cabeza.

Lunita, triste, tan fea.

(De Romancero de las sierras)

Carlos Oquendo De Amat

(Puno, 1905 - España, 1936)

MADRE

TU nombre viene lento como las músicas humildes

y de tus manos vuelan palomas blancas.

Mi recuerdo te viste siempre de blanco

como un recreo de niños que los hombres miran

(desde aquí distante.

Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura.

A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso.

Entre ti y el horizonte

mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos.

Porque ante ti callan las rosas y la canción.

(De Cinco metros de poemas)

Xavier Abril

(Lima, 1905 - Montevideo, 1990)

AMANECER

ESTA mañana

los pajaritos cantaban

otra vez,

cantaron la mañana.

Eran los mismos de antes,

¡pajaritos del alma!

Cantaron tan hondo,

tan adentro de todo,

que se han llevado mi corazón,

mi corazón,

para hacer su nido,

los pajaritos.

(De Clave del gorrión y la rosa)

Catalina Recavarren De Zizold

(Lima, 1904 - 1993)

LA RONDA DE TODOS

-¿A qué jugáramos?

¿A qué jugaremos?

-A la ronda, ronda

de todos los niños

en todos los campos

y a todos los vientos…

Juntemos las manos,

liguemos las manos,

los niños de todos

los pueblos del mundo:

vecinos, lejanos…

Juntemos las manos:

los blancos, los negros,

los rojos, los pálidos;

los de costas de oro

con palmas y plátanos,

los de níveas cumbres

y lagos helados;

los de los desiertos

y selvas de fuego

y los de los páramos…

Seamos amigos

jugando, jugando…

No importa que hablemos

idiomas distintos,

porque en todas partes

es igual el canto…

Juguemos, cantemos:

-»!A la ronda, ronda

de todos los niños

en todos los campos

y a todos los vientos!»

Sigamos jugando,

jugando, jugando,

unidas las manos,

prendidas las manos…

para que, ya grandes,

sigamos cantando,

cantando, cantando,

la palabra: ¡HERMANOS!

(De La ronda en el patio redondo)

VILLANCICO PASTORIL

Desde mi fría chocita,

te traigo, niñito Dios:

la leche de mi vaquita,

de mi ovejita el vellón.

Muy alta queda mi «puna»,

pero corriendo bajé.

¡Yo sé lo que es tener frío

y tener hambre también!

¿Quisieras quesito fresco,

todo envueltito de miel?

¡Ccomo eres tan chiquito

«capaz» no puedas comer!

¡Qué pena! No traigo flores…

No crecen flores allí.

Dicen que el hielo las mata.

¡Yo nunca he visto un jardín!

Pero sí sé que en el cielo,

uno lindo me darás.

Sembradito de estrellas.

¡Juntos lo hemos regar!

Luis Fabio Xammar

(Lima, 1911 - Antioquía, 1947)

LA CASA

PRENDIDA al camino

-como una esperanza-

se brinda el milagro

de la casa blanca.

Está la alegría

presa en sus entrañas

y un portal pintado

como de alborada.

En su cuerpo claro

se siente la magia

y hasta es refrescante

como el agua clara.

Qué clara, qué buena,

qué alegre es la casa,

prendida al camino

como una esperanza.

(De Las voces armoniosas)

LA LUNA

(I d e m)

LA luna, taza de leche

blanca de la vaca pinta,

en un descuido esta noche

se ha derramado en la pampa.

La ordeñadora, allá arriba,

Cómo la estará llorando.

(De Wayno)

Luis Valle Goicochea

(Trujillo, 1908 - 1954)

HA AMANECIDO LLOVIENDO

-HA amanecido lloviendo.

No se levanten, niñitos,

que se van a resfriar.

-Pero Rarrita ¿y la escuela?

¿Te lo ha dicho mi mamá?

Ha amanecido lloviendo

y no iremos a la escuela.

¡Lluviecita que nos libra

de la clase de aritmética!

(De Las canciones de rinono papagil)

RINONO, EL PAJARITO

(I d e m)

RINONO cantaba todas las mañanas

en los árboles del frente.

No tenía lindos colores: era oscuro pero bueno.

La Rarra le llegó a querer

y como nosotros le quería.

Pobre pajarito: una tarde

le contó un cuento no se quién.

Rinono voló por donde quedan

los eucaliptos de Tingo,

y desde entonces no volvió jamás.

Nos queríamos, el pajarito y nosotros:

así: él en su árbol, nosotros en la casa.

Toda la noche hemos llorado con la Rarra.

¡Rinono ya no volverá!...

NIÑITO JESÚS

(I d e m)

NIÑITO Jesús,

te doy un aviso,

y sea en secreto

y muy despacito:

mi mamá te está

cosiendo un vestido,

con orla dorada

de linón blanquísimo,

como para ti

niño lindo, lindo.

Y Clarita teje

blancos zapatitos

que son para ti

(ella me lo ha dicho).

Yo ¿qué te regalo?,

¿quieres un pollito?

TROVADORES

(I d e m)

CANTA la acequia y el grillo;

cada cual a su manera

Canta el grillo

en la tarde tibia y lenta:

perdida nota incansable

va del tedio a la tristeza.

Canta el grillo

con el son que Dios le diera.

Dios entrega dulcemente

el mismo cándido tema

a la parla

monocorde la acequia.

El mismo acorde va y viene

con una música idéntica.

El grillo y la acequia cantan

cada cual a su manera,

y en su estribillo invariable

Dios que lo hizo se recrea.

(De Paz en la tierra)

Ciro Alegría

(Huamachuco 1909 - 1967)

EL CABALLO FRATERNO

VIENTO puneño se trenzó en sus crines

y en sus cascos chispeaban pedernales.

Cedro y nieve le hicieron la color reluciente.

Caballo hermano,

bueno cual retazo de viento.

De un relincho domaba cuanto cerro saltaba al paso

y los caminos eran hechos polvo por sus ojos tatuados de

(relámpagos).

Se hacía acompañar de espuelas

para marcar mejor el paso franco.

Juntos atravesamos mil caminos,

pasamos hambres,

equilibramos nuestras angustias en los desfiladeros

y nos envolvieron soledades donde era sombra la única presencia.

Los dos vivimos sobre la amplia puna

fía y enhiesta,

que afilaba peñascos, batía truenos y aguaceros,

cavando precipicios a un lado y otro del camino.

Se llamaba Canelo,

y era todo él un corazón latiendo.

Caballo hermano,

ahora es más grande que nunca tu recuerdo.

Ahora que voy a pie los caminos

y escucho tu relincho como un largo lamento.

(De Poesía suelta)

Julio Garrido Malaver

(Cajamarca, 1909 – Trujillo, 1997)

EL MENSAJE DE LAS MARIPOSAS

NIÑO:

Este es el jardín.

El beso de colores que posa en su frente es una mariposa.

Las mariposas son libres.

No tengas miedo a las mariposas.

Hay muchas mariposas en el jardín.

Las mariposas inspirarán el brillo de tus labios con sus

(banderas de seda.

Te acompañarán a conocer las flores.

Te llenarán el aire de perfumes.

Las mariposas cerrarán tus párpados cuando duermas

(sobre la dulce hierba, cansado de correr por el jardín.

Con sus alas te harán un pañuelo grande de mil colores

(para cubrir tu sueño, mientras el

(sol, como un perro leal, te cuide.

(De La tierra de los niños)

LA SEMILLA

Una semillita

se puso a decir

que no crecería

para ser maíz.

Pensando, pensando

el tiempo pasó:

quería ser roble,

pero no creció.

Mientras sus hermanas

con sólo soñar

un día fundaron

un alegre maizal.

Abraham Arias Larreta

(La Libertad, 1908 - 1980)

EL ESCOLAR FLORENCIO LEÓN

ERA tu nombre en la vida

el de Florencio León.

Y en una hora florida

se te quebró el corazón.

Fue, Florencio, en la serrana

escuelita de Huarón.

Y era en la linda mañana

de tu décima lección.

Iba tu cara morena

deslíendo su color.

Se anudaba nuestra pena

a tu banco de alcanfor.

Ojos de rostro moreno

que apagan su luz ufana,

¡te acabaste en el sereno

relumbrar de una mañana!

¡Nuestro Florencio León!...

¡Aun parece mentira!...

¡Como una roja chaquira

quebrarse su corazón!

Vive tu parla sonora

como tu aliento cordial.

Tu risa, la más canora,

de aquel primario risal…

Nuestra escuelita quedó

húmeda de ojos, mirando

por donde alguien te llevó

sin decirnos hasta cuándo.

¡Ay! cada tarde recuerda

tu alma, Florencio León:

se pone a saltar la cuerda

de nuestro corazón…

(De Rayuelo)

BALSA TORTUGA

Balsa sin velas,

balsa con vida

balsi balsita

del tortugal.

Va río abajo

la tortugasa

por los águales

del Marañón.

Enantes era

sombra viajera,

negra silueta

que aparecía

y se perdía,

en cada guiño

del cocuyal.

Saltó en el cielo,

luni lunera,

la O de plata,

la O lunar.

-¡Plata en las ramas,

monte plateado,

balsa de plata

platales de agua;

luna plateada

plati plateando

todo el paisaje

con su platal!

La luna puso

su blanca escala

de plata al río

para bajar.

La ágil tortuga

va río abajo

por los caminos

platilunados.

Luni plateada

viaja llevando

¡lleva a remolque

la O lunar!

Emilio Champión

(1909)

LA NIÑA DEL JARDÍN

CELESTE, dice la niña.

Celeste, repito yo.

-¿El mar?

-No.

-El cielo,

el cielo y tú.

Agua dormida en la sombra,

agua que no despertó;

agua de campos fragantes,

agua que ambiciono yo.

Rosado, dice la niña.

Rosado, repito yo.

-¿El cielo?

-No.

-Las rosas,

las rosas y tú…

(De El mar me dijo)

Jorge Ortiz Dueñas

(Lima, 1917 - 1997)

LUSTRADOR DE ZAPATOS

LUSTRADOR pequeño,

de a sol la lustrada.

En tus píes descalzos

se entretiene el sol.

Tus manos manchadas

de rojo y de negro,

son flores que duelen,

son flores que sangran.

Ángel mataperro,

bulla de tu calle.

Son tuyos los soles

que alivian tu casa.

Es tuya la escuela

que lustra tu vida,

y te pasas la tarde

ganándote el pan.

Fabricas espejos

en cada calzado.

¡Y qué lustre lleva

tu buen corazón!

(De La canción menuda)

LA M y LA A

Mira, mamita,

cómo es que juego,

leo y escribo

sobre el papel.

Con esta mano

se coge el lápiz,

entre estos dedos

se toma así…

Se pone la M

se pinta la M

Las dos se cogen

diciendo MA…

Otra M y una A

vienen corriendo,

se dan la mano,

repiten: MA

Las cuatro hermanas

pegando un salto

sobre mi boca

dicen: MAMA.

Francisco Izquierdo Ríos

(San Martín, 1910 – Lima, 1981)

EL ROCÍO

EN la punta de débil hierba

he visto temblar un rocío.

En un cristal tan pequeño

caben el sol, el cielo y el río.

(De Papagayo)

LA PALOMA

HA llovido.

En la huerta, millares de gotas tiemblan como

lágrimas en las hojas de los mangos y ciruelos. Y

dentro de un ramaje obscuro, una paloma gris, toda

mojada, canta rompiendo el cristal del silencio:

-¡Uúuuuuu! ¡Uúuuuuu!

(I D E M)

RONDA PERUANA

Juguemos a la ronda

muchachitos de la Costa.

En esta bella mañana,

muchachitos de la montaña.

¡Que linda es nuestra tierra,

muchachitos de la Sierra!

Mar, árbol y escarpa

forman nuestra Patria.

En la cumbre del Ande,

bailemos muy contentos,

por nuestra patria grande,

a sol, niebla y viento.

A orillas del Amazonas

bailemos nuestras rondas.

A orillas del Océano

muchachitos peruanos.

¡Hurra! ¡Por el Perú!

¡Por el Perú! ¡Hurra!

Alegres los corazones

niños de las tres regiones.

Costa, Sierra y Montaña

bailan en esta mañana

su ronda peruana.

Omar Zilbert

(Tacna, 1914 – Lima, 1997)

DUO DE LA LUNA Y EL SAPO

-ADIOS, sapo.

-Adiós, Luna.

Ella era tajada

de verde sandía.

El croaba por ver

si se la comía.

(La Luna se perdió en el sapo;

el sapo se murió en la Luna)

(De Azul y frio)

LA AMISTAD

Sentir que unos pasos

te buscan en la soledad,

con su mensaje.

Eso es amistad.

Tropezar con dos manos

que te alzan de caído,

en un brazo.

Eso es amistad.

Tras un largo viaje

dos ojos esperándote

rendidos.

Eso es amistad.

Ver en vuelo de aves

llegar asta tu pecho

adolorido.

Eso es amistad.

Ver dos hombres diferentes,

de dos mundos diferentes,

ayudarse.

Eso es amistad.

MI GATO

Mi gato –gris el color-

se va de viaje.

Trazo su itinerario

de techos y cornizas.

Se va de viaje

la cola en alto

apuntando

hacia el paisaje.

Mi gato –dos luces-

fuertes sus ojos

es un semáforo

que da el pase

a los viajeros:

otros gatos como él

galantes y techeros.

¡Feliz viaje! Buen amigo,

casi hermano.

Me contestó su maullido.

Y con gesto vehemente

estrechamos pata y mano.

Orfelinda Herrera De Ángeles

(Ayacucho, 1935 – Lima, 1999)

CARTA DE NAVIDAD

Niño Manuelito:

En esta Navidad,

mándame tan sólo

una nave espacial

Quiero ir con mis

amigos

hasta la luna llena,

a jugar en sus hoyitos,

a las bolas de cristal.

El Caracol

Ay, caracol, caracol,

ya no tomes sol

Ay caracol, caracol,

escóndete en la col,

porque viene el caracolero

a robarte el caminito,

que mojas con luz de enero.

Óscar Colchado

(Ancash, 1947)

MI NUEVO CALZÓN

Mira –mira –mira

mi mami me compró

mi nuevo calzón.

Mira –mira –mira

se estira y no se rompe

se lava y no se plancha.

Mira –mira –mira

chiquito juguetón.

Naranjita Mandarina

naranjita mandarina

dulcecita de comer

jugosita redondita

facilita de pelar

come mucha mandarina

serás fuerte

ya verás

cascarita para acá

cascarota para allá

(ésta es dura

¡qué bravura!

ésta suave

¡qué blandura!)

una y una

y otra más

y con ésta se acabó

Ricardo González Vigil

(Lima, 1949)

FOLLAJE INTERNO

Dentro de ti

hay un árbol

Polvo que al aire apacienta,

que el agua aviva en cardiacas llamaradas,

un árbol en movimiento eres.

¿Qué manos, cuáles ojos tendrías

si se extinguieran los árboles

alrededor de tus pasos?

¿Habría auroras que encender,

trinos, cascadas,

rumor de versos, hojas que cosechar

en el otoño de los libros?

Porque el horizonte es un árbol,

la alegría un árbol,

el trabajo un árbol,

la entrega un árbol

y la esperanza

el más verde de todos. Los cielos y la tierra

son también un árbol,

a entera disposición, sin orillas,

con su ramaje de galaxias

a cuestas y sus quásares en rocío.

Rosa Cerna Guardia

(Huaraz, 1926)

LUNA PERUANA

Aunque estés redonda y enterita

eres un pedacito de cielo,

luna andina, luna peruana,

luna marina y de pastizales.

Muchachita que salta

de charco en charco,

de río en río,

de pueblo en pueblo,

con la faldita alzada

y un chal de estrellas en la espalda.

Qué es lo que más te gusta:

¿remojarte los pies cansados

en la laguna?

¿Peinarte en espejo de nieve

o cristales de agua?

¿O irte de paseo

por el lago Titicaca

en un lindo caballito de totora?

Saniel Lozano Alvarado

(La Libertad, 1941)

PONCHITO

Ponchito a rayas,

corazón del rayo;

ponchito abano,

venado pardo.

Ponchito fino

corazón de lino;

ponchito grueso

para el pastoreo.

Ponchito amigo,

bebamos cariño;

tú me darás abrigo,

yo viviré contigo.

Winston Orrillo

(Lima, 1941)

MI PAÍS

En un libro de colores

me encontré con mi país:

era bello y noble y fuerte

como el día al despertar.

Me encontré con sus montañas

y encalé su azul altar,

y bogué yo en sus lagunas

de la mano de papá.

Me perdí yo entre sus bosques

caminé por la ciudad,

y por todas partes todas

yo querpía juguetear.

Mi país tiene la forma

que le dá mi corazón

y todo esto yo lo digo

al cantarle esta canción.

Enrique Peña Barrenechea

(Lima, 1904 - 1987)

BALADA

A Rosa María Ulloa Elías

En una barca de oro

va la niña gentil.

Miradla. Es como un cielo

bajo el cielo de abril.

En una barca de oro

donde vibrando están

azules serafines

sus arpas de cristal.

Ay qué triste sus ojos

que acaban de cerrar!

¡Qué triste su sonrisa

bajo la luz lunar!

Los que quedaron lejos

no cesan de llorar.

Una paloma pasa

blanca como el azahar.

En una barca de oro

ella y la soledad.

Al cielo se la llevan

los ángeles del mar.

Carlota Carvallo De Núñez

(Lima, 1915 - 1980)

MANOLÍN

Manolín es un ocioso…

No le gustaba estudiar,

todo el día en el colegio

no paraba de jugar.

En la clase dibujó

un muñeco de papel

y en seguida se volv ió

un niñito igual a él.

A sui casa lo siguió

y a la hora de comer,

el muy pillo se sirvió

todito su pastel…

¡Pobrecito Manolín!

¡Ya no sabe que va a hacer!

¡No lo deja ni comer

el muñeco de papel!

A la hora de dormir

en su cama se metió

y esa noche Manolín,

en el suelo se acostó.

¡Pobrecito Manolín!

¡Ya no sabe que va a hacer!

¡No lo deja ni dormir

el muñeco de papel!

Jorge Eduardo Eielson

(Lima, 1924 - Milán, 2006)

POESÍA EN FORMA DE PÁJARO

azul

brillante

el Ojo el

pico anaranjado

el cuello

el cuello

el cuello

el cuello

el cuello

el cuello

el cuello herido

pájaro de papel y tinta que no vuela

que no se mueve que no canta que no respira

animal hecho de versos amarillos

de silencioso plumaje impreso

tal vez un soplo desbarata

la misteriosa palabra que sujeta

sus dos patas

patas

patas

patas

patas

patas

patas

patas

patas a mi mesa.

Javier Sologuren

(Lima, 1921 - 2004)

LA PIEDRECITA EN LA ARENA

La piedrecita en la arena

tenia la cara sucia;

vino el agua y la cubrió

con sombrerito de espuma.

¡A la una,

a las dos,

que se esfuma

el sombrerito de espuma!

pero esta vez la carita

bien lavadita asomó

la piedrecita en la arena.

¡A la una,

a las dos,

a las tres,

que te lo diré otra vez!

Vino el agua y la cubrió

con sombrerito de espuma

y la caita de nuevo

bien lavadita asomó,

limpia, soleada y risueña,

la piedrecita en la arena.

PAJARITA

Pajarita, pajarita,

pajarita de papel,

pajarita tan bonita,

tan bonita y de papel.

En la mano te aprisiono,

no te mueves, pajarita;

no vuelas, no saltas, no

te me vas, pajarita.

Pero bien quisiera yo

verte volar de verdad

por el cielo, en libertad,

¡pajarita, cómo no!

Livio Gómez

(Ancash, 1933)

A SU DEBIDO TIEMPO CADA COSA

Niños:

Para ir al huerto y coger

frutas de rebosante dulzura;

para hacer

una ronda que gire

como los planetas,

como aquellas redondas

sombras que apetecen

la luz del sol;

para hacer

una ronda

que palmotee

los pies del alba,

una ronda que cante

con su regocijada luz

en la garganta;

para reír,

para gritar más fuerte

que el más fuerte

de los gritos;

para saltar más largo

que el más largo

de los saltos;

para conversar, para jugar

en el travieso recreo de la escuela,

para todo eso hay tiempo.

Hay tiempo para todo eso.

Ahora, niños, ¡atended a la clase!

¡Atended! Es tiempo de

estudiar, de estudiar

por qué apetecen luz

aquellas redondas sombras

que giran y giran

como una ronda.

Pizarrita Mágica

Pizarrín, pizarrón,

pizarrita de mi corazón:

ponte azul si escribo bien,

para que luzca hermosa

mi ortografía buena.

Y ponte blanca si escribo mal,

para que no le vean las orejas

a mi ortografía mala.

Arturo Corcuera Osores

(La Libertad, - 1935)

EDAD DE ORO

De niño cuánto soñaba

con ser un mago

de circo.

Mi gorro escolar trocarla

por un sombrero de copa,

mi caperuza de invierno

por una gran capa negra.

De niño

-yo lo recuerdo-

quería ser mago.

En divertidos idiomas

hacer parlar a los monos

palabrotas descaradas,

a los tiernos elefantes

esconderlos

de narices en mis mangas.

¿Por qué no lo fui

si ser mago yo quería

con mis cintas de colores

con mis pañuelos de seda?

Si yo quería

por convertir los gorilas

en palomas mensajeras.

El niño se me acabó

pero sigo con las ganas

de ser mago.

FÁBULA DE LAS MIL CARAS DEL RELOJ

Blanca Varela

(Lima, 1926)

FÚTBOL

A Vicente y Lorenzo

juega con la tierra

como una pelota

báilala

estréllala

reviéntala

no es sino eso la tierra

tú en el jardín

mi guardavalla mi espantapájaros

mi atila mi niño

la tierra entre tus pies

gira como nunca

prodigiosamente bella.

Marco Martos

(Piura, 1942)

EL PERÚ

No es este tu país

porque conozcas sus linderos

ni por el idioma común,

ni por los nombres de los muertos.

Es este tu país

porque, si tuvieras que hacerlo,

lo elegirías de nuevo

para construir aquí

todos tus sueños.

Antonio Cisneros

(Lima, - 1942)

TORO

Con un palo nuboso

abres la yerba

toro, toro.

Tu mujer rompe terrones

con la mano,

toro, toro.

Cerca del agua buscas

la buena tierra,

toro, toro.

Con tu collar de rocotos

naces del horno,

toro,toro.

Carlos Zúñiga Segura

(1942)

LAS COMETAS

No llores

las cometas son aves inquietas

a veces suelen irse

para nunca volver.

Anda a casa

haz una nueva

amarilla, roja o azul

da lo mismo.

Justo en el centro

dibuja tu corazón

y échala al viento

dale todo el hilo que quieras

a manera de destino.

Ya nunca más

perderás una cometa

César Toro Montalvo

(Lambayeque, 1947)

JUGUEMOS A LA CASITA

A Capulí

Puede ser lo mismo riachuelo que luna

limón o golondrina

Puede ser lo mismo monte que pradera

flecha o venado

Puede ser lo mismo estrella que reloj

jardín o abejorro

Puede ser lo mismo araña que espejo

corazón o fruta

Puede ser lo mismo paloma que ruiseñor

naranja o árbol

Si todos los niños sueñan en el río

camino a casa

Anónimo

A DÓNDE VAS VICUÑITA

A dónde vas vicuñita

a dónde vas venadito

a mi casa estas yendo, vicuñita

a mi casa estás yendo venadito.

De casa de piedra venadito

de pueblo de piedra, vicuñita

por las alturas yo vengo, vicuñita

por los cerros yo vengo, venadito.

Vengo en busca de mi madre, vicuñita

en avioncito de libélula

en avioncito de mariposa.

Carmen Luz Bejarano

(Arequipa, 1933 – Lima, 2002)

GIRA, GIRA CARROUSEL

Gira, gira carrousel:

la alegría está en el mar;

tus aspas no la tocan.

Gira, gira, girasol;

Gira, gira, giraviento;

Gira, gira, giramor.

La alegría está en el mar;

tus aspas no la tocan.

Gira, gira, giramar.

La alegría está en sus ojos.

Doris Moromisato

(Chambala, 1962)

¿DÓNDE ESTÁS MOMOTARO?

Padre sembró un melocotonero

mucho antes de que mi estatura llegara a la de su ombligo.

Lo colocó frente a mi ventana

para que cada mañana lo viese extender las ramas

como yo, que extendía los brazos, después de un largo sueño.

En medio de la huerta crecía fuerte y tentador;

cubierto de hojas sus ramas me incitaban a treparlo

¡cuántas veces desistí de aquel propósito

pues ese lugar estaba reservado sólo para ti!

Noche a noche te veía entre las brumas de mis sueños

zarandearte juguetón de rama en rama

conquistar con tu blanca sonrisa a la primavera.

Otoño tras otoño el viento de agosto hacía crujir los huesos

al viejo melocotonero

mientras mi estatura iba trepando todos los ombligos

con ese manso abrazo de aire el tiempo regó sus hojas,

dispersó su polen y alejó a mi padre de mi vida.

Cuando escondida en la huerta contemplo

el que tiempo después yo misma sembré

te invoco entonado muy despacito tu canción

para que nadie me escuche y se ría de mí,

pero mi árbol se cubre de rocío, de flores

hasta de hechizadas mariposas,

pero no de ti.

Tú ya no vuelves a treparte en la bruma de mis sueños,

tú ya no quieres jugar en mí.

¿dónde están, momotaro?

(De: Chambala era un camino)

Esperanza Martínez

(Tacna, 1921 - 2002)

MUÑEQUITA DE TRAPO

Pochita,

muñequita de trapo

suavecita;

tú guardas el calor

de las manos de

mamita;

la ternura

de su mirada,

la alegría

de su cantar.

Yo te estrecho

entre mis brazos;

mi cariño yo te doy

y te digo al oído

«Vamos, pochita, a jugar».

Estela Gamero López

(Tacna, 1955)

BANDERA

Bandera

Bandera blanca flor

Bandera rojo ayrampo.

Por ti se alegran

pelean

hasta lágrimas derraman.

¡Bandera! ¡Bandera!

grandes y chicos

pronuncian tu nombre.

En todos los corazones te alegras

En todas las manos flameas.

Bandera

mi amada bandera

ni bién te veas en peligro

te ocultaré en mis huesos

en mi corazón

y en mi alma

para que en mi pueblo

no flameé otra bandera.

Federico Barreto

(Tacna, 1862 – Francia, 1929)

CORONA DE ROSAS

Era en su hogar la Virgen del consuelo

y murió casi sin haber vivido…

Llegó una noche de ángel a su nido,

y con ella en sus brazos tendió el vuelo.

Sus padres hoy la llaman con anhelo:

«¡Laura, ven! Dónde estás? Dónde te has ido?»

y ella al oír ese eco adolorido,

«!Estoy aquí!» les dice desde el cielo,

Así se fue de aquí la niña hermosa:

mas, no es ingrata… cuando duerme el mundo

vuelve a su hogar como una mariposa.

Besa a sus padres con sus labios bellos

y al brillar otra vez el sol fecundo

se va a los cielos a rezar por ellos.

Jorge Eslava

(Lima, 1953)

CUCULÍ

Háblame del amor

cuculí

del viento que besa

y vuela,

del viento que silba

y pasa

como tú tortolita.

Háblame de la paz

cuculí,

del mar que viene

y se va,

del mar que canta

lejano

como tú tortolita.

Háblame del sueño

cuculí

del juego que inventa

la luna

del juego que encanta

tu pico

y me hables al fin.

Tortolita, tortolita.

Jorge Pimentel

(Lima, 1944)

DÍAS SIN MADRE

Ibas a comprar al mercado

y grandes bolsas caminaban y lloraban.

Éramos el lagarto y la osa

cubiertos de bistecks y alcachofas

flotando entre zanahorias.

Tal vez un helado o el encuentro famoso

con cebollas, hacían de nuestras vidas

grandes apios que los sábados

giraban estupendamente.

Luego nos íbamos en góndolas.

Íbamos otra vez a un televisor en blanco y negro,

a conocer otros supermercados

y despavoridos cogíamos algunas revistas

colgadas en anaqueles presuntuosos.

Los días de mi madre

eran barrer con un cepillo

y lustrar para que no entre el demonio.

Pero el demonio ya había entrado.

Y me nacieron estas enormes manos.

Estas enormes manos que no cesan de escribir.

José Luis Ayala

(Puno, 1942)

VENTANA DE MI CASA

Mi casa era pequeña, humilde

y provinciana.

Tenía un patio, un ciprés, un portón

y una ventana por donde

miraba eucaliptos, cerros y la puna.

Mi abuelo solia cantar a solas

para olvidar su edad

y mi madre, Leonorcita, lavaba el firmamento

para que fulguraran mis cometas.

No recuerdo las voces que me extravié

entre cactus y caminos

buscando la niñez que perdí.

Hoy que han derruido mi casa

y en su lugar han construido otra

sufro muchísimo más aún.

Y estoy llorando por mis hermanos,

por mi, mi casa y mi madre

que asomándose a la ventana me ha dicho:

¡Ay, hijo mío, entra, al fin has regresado!

Juan Luis Velázquez

(Piura, 1903 – México, 1970)

TRAVESURAS DE NIÑOS

Subir de un salto al cielo

a jugar a correr sin tropezar

y llegar a la puerta de San Pedro

a pedir un vaso de agua, nada más.

Después, contentos y cansados

regresar a la tierra y no contar

donde fuimos sin avisarlo

porque nos pueden castigar.

Luis Alberto Calderón

(Tacna, 1944)

CASA INVENTADA

Vengan

a mi casita

de madera pintada,

a mi casita

encantada,

a mi huerto

de sueños.

Vengan a jugar

con las mariposas

inventadas

y mil pajaritos

de seda.

Vengan a mi casita

de colores

y aprendan

a pintar con acuarelas

los ríos y la tierra,

las rosas y la alegría

y los ojos buenos

de los hombres

reunidos sobre la tierra

con los colores lindos

de una sola bandera.

Manuel Ibáñez Rosazza

(Trujillo, 1940)

SERRUCHO

Cocodrilo aplanado

voraz amigo

tendido de largo a largo

ciempiés ciendientes.

Ojo por ojo

ojo de madera

diente por diente.

Qué dentadura,

qué pesadilla tan dura

-tiesa costilla-

te es el hambre.

Con qué desdén;

desdentado,

en el más allá

colgado,

sin júbilo

jubilado.

Marko Polo Bendezú

(Lima, 1964)

EL GUSANO Y LA LOMBRIZ

Para crecer fuerte y sano

ayer me ha dicho el gusano:

«¡No basta con comer,

tienes que aprender a leer!»

Para ser una persona feliz

ayer me ha dicho la lombriz:

«¡No basta con reír,

tienes que aprender a escribir!»

(De: Canto de loritos y otros poemas para niños)

PROTESTA INFANTIL

Si en casa mi mamá

me dice: ¡shhhh...!;

y en la escuela mi maestra

me dice: ¡cállate!;

yo me pregunto:

¿Me están educando

para ser zancudo

o para ser mudo?

(De: !Poemas que hacen cosquillas!)

Omar Aramayo Cordero

(Puno, 1947)

TORO DE INFANCIA

Arando

los sueños de artista

toro de Pucará.

Torito blanco

de arcilla,

toro de Pucará.

Rumiando

el tiempo del artista,

toro de Pucará.

Bebiendo

el tiempo del artista,

toro de Pucará.

Más pequeño

que la hierba,

más grande

que toro verdadero,

toro de Pucará.

Mario Aragón

(Lima, 1975)

EL CIRCO DE LOS NIÑOS

Llega el mes de Julio,

llega el mismo circo,

con la misma carpa

y el mismo color de la fantasía.

Con los mismos payasos

de roja nariz y lágrimas cristalinas.

Con los mismos magos

con los mismos trucos,

con los mismos precios.

Llega el mes de Julio

llegarán nuevos niños,

con caras nuevas e ilusiones vivas,

con nuevas risas,

energía viva, sustancia de dicha,

con nuevos sueños y nuevas fantasías…

Llega el mes de Julio,

llega el circo de los niños…

Nicomedes Santa Cruz

(Lima, 1925 - España, 1992)

A COCACHOS APRENDÍ

A cocachos aprendí

mi labor de colegial

en el Colegio Fiscal

del barrio donde nací.

Tener Primaria completa

era raro en mi niñez

(nos sentábamos de a tres

en una sola carpeta).

Yo creo que la palmeta

la inventaron para mí,

de la vez que una rompí

me apodaron <>

y por ser tan mataperro

a cocachos aprendí

juguetón de nacimiento

por dedicarme al recreo

sacaba Diez en Aseo

y Once en Aprovechamiento.

De la Conducta ni cuento

pues, para colmo de mal

era mi voz general

<<¡chócala para la salida!...>>

dejando a veces perdida

mi labor de colegial

¡Campeón lingo y bolero!

¡Rey del trompo con huaraca!

¡Mago haciéndome <>

y en bolitas, el primero!...

En Aritmética, Cero.

En Geografía, igual.

Doce en examen oral,

Trece en examen escrito.

Si no me <<soplan>> repito

En el Colegio Fiscal.

Con esa nota mezquina

terminé mi Quinto al tranco,

tiré el guardapolvo blanco

(de costalitos de harina).

Y hoy, parado en una esquina

lloro el tiempo que perdí:

Los otros niños de allí

alcanzaron nombre egregio.

¡Yo no aproveché el Colegio

del barrio donde nací!...

Pedro López Ganvini

(Caraz, 1966)

mis clases

A clases voy

corriendo y cantando voy

El carrito nos lleva y nos trae

loncherita y cuaderno en mano

mandil limpio y bien peinadita

pinturas para colorear el cielo

y lápiz para las vocales

A casa después cansadita voy

y mis tareas haciendo estoy

porque mañana nuevamente voy

Mi tortuga Pancho

De lento caminar

al viento le quiere ganar

sus ganas no le han de faltar

se agita su corazón y presuroso viene y va.

Quiere lechuga, verduras y frutas

aunque aprendió a comer arroz

sin palitos y sin tazón.

Toma agüita para calmar su agitado corazón.

Mi hermano se sube y camina en él

si le fastidia, recoge sus patitas

se cuida y es paciente

A la tarde

cabeza, patitas y cola guarda

hasta el nuevo amanecer.

Román Obregón Figueroa

(Caraz, 1936)

Las Operaciones

A sumar se ha dicho,

a sumar cariño

para que los niños

estemos unidos

A restar comencemos

la tristeza, el silencio,

para enseñar al pueblo

nuestro cantar más bello.

Multiplicar amigos

que sea el destino

que nos guía a los niños

de corazón sencillo.

A dividir la risa

para que la alegría

alcance repartida

por igual a la vida.

Jesús Cabel Móscoso

(Lima, 1947)

Sapolín trovador del tiempo

Patitas largas Sapolín

cruza el verano

de dos saltos

y su cuerpo

breve

columpia de las raíces

agita su gran

boca

y empieza a cantarle

a las estrellas

croac croac que viva

la luna

croac croac qué noche

más bella

y cuando el día despierta

nadie lo detiene

en la faena

pues en la vida es tan

tan importante

dice Sapolín Sapolinote

abriendo sus ojazos

de infinito ahogado

ganarse un lugar

en el trabajo.

José Beltrán Peña

(Lima, 1961)

LOS NIÑOS NUNCA MIENTEN

Dios está en cada niño

todo travieso y juguetón

como cuentista es un campeón.

El otro día en el Perú

Juanacho, niñucha cuzqueño

que estaba de vacaciones en

Lima veraniega comentó:

«En el amanecer, un cóndor, con su pico

al tocar el timbre de la mañana

se apagó la luz del cemento

y el sol se prendió, mostrando

un puma caminando sobre las olas del mar

una tortuga haciendo footing en la playa

un maquisapa caminaba como un surferito

una zorra vendía corazones de sanguito

un cien pies sacudía la arena de sus zapatillas,

y mientas que mi amigo, el rubio Jhon

cantaba como un aprendiz de gallo

un humano tomaba desayuno

con un marciano.»

A Juanacho como al niño Jesús

hay que creerle

porque los niños nunca mienten.

Teofilo Villacorta Cahuide

EL JUEGO DE LOS PECES

Juegan los peces al fútbol

Sus pelotas son de agua

Unos patean con la cola

Otros cabecean con la boca…

Todos juegan

Cuando sus pelotas revientan

Ellos hacen más burbujas

Para seguir jugando

En ese campo azul y profundo.

Algunos visten sus uniformes

Como el pez camiseta

De franjas negras y amarillas

Es el más elegante

Otros visten de naranja

De marrón de azul o plateado.

Todos visten a su manera:

Ganan los que revientan

Más pelotas de agua

¿Nos atreveremos a saber quien ganará?

LAPICERO

Lapicero, lapicero

Porque pintar no quieres

Que escribir a mamá quiero

Con dulces suspiros de amor

Lapicero, lapicero

Una frotadita y pintarás

Para escribir a mamá

Y a todos los niños del mundo

Hasta agotar tu tinta

Hasta cansar mi pulso

Lapicero, lapicero

Otra frotadita

Que sólo me faltan

Un millón de cartas

Alexandra Tenorio Carranza

Para Gonzalo y nuestros sueños

Giwi juega con legos,

quiere armar un poema con cubos y barras

amarillas y verdes

no puede...

los legos son palabras rugosas que alguien remienda

debajo del sofá

Emilio tose se despierta

mientras Gonzalo escoge la camisa perfecta

para un año bisiesto

Giwi hace una torrecita blanca y dice:

¡mira, una paloma

pero no quiere volar!

mientras alguien rescata las palabras

una a una

y las muerde

para saber si son de verdad

Yo los miro a todos

-tiernamente extrañada-

y les doy una palmadita cariñosa rosada

como si todo esto existiera en realidad

Denis Castañeda

(Chimbote, 1978)

ARCO IRIS

Son tus colores los que adornan

el horizonte y resplandecen la vida

el rostro de mamá aparece sonriente

bajo la luna

el amarillo solar ilumina a la melodía

con un toque irreal.

El mágico mirar de la luna

nos dice en el silencio

- una rosa azul ¡qué maravilla!-

en un juego de azar.

CANTARÉ AL UNIVERSO

Cantaré al universo

una melodía

entre conchas y corales

alcanzaré una estrella

o abriré

la mágica ventana

para dejar escuchar

el eco infantil

que se convertirá

en la voz estruendosa

del hombre del mañana.

Rafael Alvarado

EL PAYASO PATOTIN

El payaso Patotín

con su cara de tontín

baila siempre en un pie

al compás de un violín.

El payaso Patotín

con su cara de tontín

juega mucho con su perro

que se llama Pirulín.

Patotín Patotín

el payaso querubín

ríe casi todo el día

con su cara de tontín.

EL AVIONCITO

Mi avioncito de papel blanco

vuela siempre alto

surcando ríos y mares

hasta llegar a los astros.

Mi avioncito de papel blanco

se cansó de volar tanto

porque tiene muy agitado

su motor de cartón blanco.

(De: Poesía para niños)